Cooperativas de enfermeras, un novedoso modelo de cuidados post pandemia

El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana está diseñando su creación para paliar la falta de profesionales en atención de mayores y domiciliaria y la mejora de sus condiciones laborales


Uno de los tantos problemas que ha agudizado la pandemia en el sector sociosanitario ha sido la falta de personal especializado en enfermería. Los centros de mayores han ido perdiendo enfermeras a medida que la sanidad pública ha ido reclamándolas a través de las bolsas de empleo con sueldos más atractivos y condiciones laborales más favorables. Las residencias aún tienen problemas y, pese a que el futuro control de la pandemia volverá a dimensionar la oferta pública de empleo, el sector seguirá siendo deficitario. Por eso desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) se ha diseñado un nuevo modelo basado en la creación de cooperativas de enfermeras.

Estas cooperativas permitirían a las profesionales de este sector prestar servicios sociosanitarios para entidades públicas y privadas tanto en centros como en atención domiciliaria. Las enfermeras podrían ser cooperativistas o ser contratadas para desarrollar en su nombre determinados servicios para un ‘cliente’, que pueden ir desde una jornada completa a un trabajo de unas horas. Esta flexibilidad se ve desde el CECOVA como la respuesta a una larga reclamación de conciliación y una nueva perspectiva para la enfermería tras la complicada pandemia.

El colegio de Valencia ya ha dado el primer paso y está ultimando un convenio con la dirección general de Emprendimiento y Cooperativismo de la Conselleria de Economía para trazar una línea de ayudas encaminada a la puesta en marcha de estas cooperativas, de las que se serviría la Administración, sobre todo en el apartado de cuidados sociosanitarios.

La idea nació de Juan José Tirado, el presidente del CECOVA. «La gerontología es mi área de especialización. He trabajado con ancianos desde 1983, he dirigido una residencia pública y mi tesis estuvo basada en los cuidados domiciliarios. Hace tiempo que pensaba que una cooperativa podría responder, por un lado a la mejora de las condiciones labores de las enfermeras y por otro a un sector en el que falta personal y la fidelización de los profesionales resulta imposible»

UN MODELO DE ÉXITO EN HOLANDA

Su inspiración para lanzar este proyecto novedoso en España viene de Holanda, del llamado modelo Buurtzorg. «La propia palabra significa ‘cuidar a mi vecino’. Se trata de cooperativas de enfermeras que tienen independencia de gestión pero que prestan servicios en barrios», explica Tirado. Formado por 12 personas, se coordinan con médicos y terapeutas de los pacientes a los que atienden para trazar una relación que le permita no solo ofrecer cuidados sanitarios, sino también mejorar su autonomía personal. Actualmente este modelo, que ya se ha extendido por Europa, tiene agrupadas a 8.000 enfermeras que atienden a 65.000 pacientes en Países Bajos donde, según la consultora Ernst and Young, ha rebajado la factura de la asistencia domiciliaria un 40%.

Esta iniciativa está arrancando en un momento de pleno empleo debido a los refuerzos contratados para controlar la pandemia, pero nace con el objetivo de fortalecer al sector para minimizar la falta de profesionales y mejorar sus condiciones económicas. «Hemos tenido reuniones con instituciones que licitan servicios de atención domiciliaria para hacerles ver que estos programas deben incorporar un plan de cuidados supervisados por enfermeras para que den resultados. No es solo medicalizar. Y en este modelo las cooperativas encajan y, además, fomentan el emprendedurismo femenino», relata.

El siguiente paso, una vez obtenido el empujón público para fomentar este nuevo modelo, se iniciará la formación de los interesados a través de un curso para saber gestionar una cooperativa, que irá en paralelo al conocimiento de experiencias, como la holandesa, que han funcionado.

De hecho, este tipo de sociedad podría ofrecer servicios no solo relacionados con la atención domiciliaria o de tercera edad, sino que también encajaría en demandas como la enfermería escolar, largamente demandada por familias y educadores, y podría dar cobertura a áreas despobladas con menos recursos sanitarios.

Para arrancar con ese modelo, desde el Colegio de Enfermería de Valencia, encabezado por Laura Almudéver, se necesitan ayudas fiscales y para la promoción del empleo, así como el compromiso de la Administración de recurrir, en la medida de lo posible, a estas cooperativas que, como reconoce la directora general de Emprendimiento y Cooperativismo, Teresa García, «se alejan del afán lucrativo de las empresas y contribuyen a la creación de riqueza social y a la construcción de una sociedad inclusiva y equitativa».

Fuente: elmundo.es

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